Vivo con TDAH y, como muchos de ustedes, me paso la vida buscando el próximo proyecto que alimente de dopamina mi cerebro. Cuando la IA llegó a formar parte de nuestro día a día, se me hizo un poco grande. Sin embargo, tras unas cuantas sesiones de hiperconcentración –alimentadas por el propio TDAH– he llegado a ver la IA como un potente aliado para las personas que vivimos con la neurodivergencia.
Incluyo a continuación algunos ejemplos de cómo podemos aprovecharla para apoyarnos:
Personalizar el aprendizaje según nuestras necesidades y ritmo. Puede que seas un estudiante que necesita asimilar un temario y un calendario de exámenes intimidantes, o que estés estudiando nuevas estrategias como parte de tu carrera profesional. La IA puede ayudarte analizando cómo aprendes y creando recomendaciones y planes de acción personalizados.
Ayudar a iniciar proyectos ofreciendo propuestas. Una vez más, la IA puede aligerar la carga cognitiva automatizando las tareas mundanas de la gestión de proyectos. Yo la suelo utilizar para desbloquearme cuando me encuentro frente a una pantalla en blanco, abrumada por las múltiples ideas que se me ocurren sobre cómo abordar una tarea agobiante.
Proporcionar información en tiempo real. La Inteligencia Artificial utiliza el procesamiento del lenguaje natural (PLN) para analizar las respuestas individuales de los clientes, las publicaciones en redes sociales y las conversaciones de chat, lo cual es fantástico para cualquier empresa. Además, podría resultar muy valiosa para personas que, como yo, trabajamos en la docencia, ayudándonos a matizar y mejorar nuestra programación académica, por ejemplo.
Prioriza las tareas y ayuda con la gestión de la agenda. ¿Tiene una lista de tareas pendientes? Los algoritmos de la IA pueden ayudarte a priorizar las tareas en función de su importancia y plazos. Dado que las personas con TDAH luchamos de manera especial con la gestión de las responsabilidades laborales, esto podría ser especialmente útil.
Disminuir las distracciones para mejorar la capacidad atencional. Otra queja común entre los clientes de coaching es que se distraen. Una vez más, la tecnología de IA, trabajando como asistentes virtuales, puede aprender del input de los usuarios y recomendar flujos de trabajo. Esto puede contribuir a la eliminación de distracciones innecesarias para permitir que nos centremos en tareas importantes.
Reducir la carga cognitiva de las tareas de redacción convirtiendo el habla en texto. Las herramientas de text-to-speech (TTS) o de transcripción de audio a texto, son otra potente aliada para las personas neurodivergentes. Las personas que vivimos con TDAH, dislexia o TEA podemos tener dificultades para leer, escribir y mecanografiar (escribir con teclado), por lo que estas herramientas impulsadas por la IA pueden servir para ayudarnos a acceder a la información de forma más sencilla, comunicarnos mejor y ser más independientes.
Reforzar el trabajo de tu coach de TDAH entre una cita y otra. Una de mis muchas funciones es facilitar estrategias adaptadas a las necesidades de mis clientes. Por eso, es una gran ayuda poder sugerir herramientas basadas en IA que ayuden a automatizar el trabajo y establecer recordatorios ad hoc para, así, reducir la carga cognitiva de las personas a las que acompaño.
En resumidas cuentas, la IA puede potenciar nuestros puntos fuertes a la vez que mitiga el impacto de los síntomas del TDAH que más nos afectan. Muchas de estas sugerencias pueden parecer un poco abrumadoras, y para eso estoy yo, tu coach de TDAH, para allanarte un poco el camino. Pide una cita informativa para descubrir qué herramientas más se adaptan a tus necesidades.