Para mí no hay nada más evocador del verano que recordar los momentos de mi infancia en los que construía castillos de arena. Excavar en busca de la arena húmeda para crear la escultura perfecta. O los largos días de risas en la piscina con los amigos y la familia.
Sin embargo, recrear esos días de despreocupación es una lucha. Desconectar de mi lista de tareas para vivir el momento con mis hijos y mi familia es más fácil de decir que de hacer. No está claro si se debe al TDAH o simplemente a las presiones de la vida moderna, pero sé que no estoy sola en este problema. Y priorizar el descanso es tan importante desde el punto de vista de la salud y perspectiva de productividad - por eso vuelvo a mi formación ikigai para recordar cómo recargar las pilas.
Priorizar el descanso y la relajación puede ser fuente de culpa para quienes padecen TDAH
Un buen punto de partida para inspirarse son los Five Pillars of Ikigai
El primero es Empezar a pequeña escala. A Ken Mogi le gusta utilizar el ejemplo de las empresas de anime y manga, creadas por aficionados a pequeña escala. Su entusiasmo y pasión por el género eran evidentes en el trabajo que producían, y por eso sus negocios prosperaron. Trasladando el concepto a las vacaciones, si te cuesta priorizar el descanso, ¿por qué no das al menos un paseo por un parque? Disfrute de la naturaleza y deténgase a oler las rosas. Las personas con TDAH a menudo se sienten culpables cuando se toman tiempo libre, así que tal vez "empiece poco a poco" y programe unas horas de ocio. Olvídese del estrés de las listas de tareas pendientes y otros compromisos, y dedique tiempo a hacer algo que le guste.
La segunda es Estar aquí y ahora. Sé espontáneo y despreocupado. Saca el niño que llevas dentro y déjate llevar. Recuerde cómo era correr hacia la orilla, el viento azotándole el pelo, el olor y el sabor del aire salado y la arena bajo sus pies. O si la playa no es lo tuyo, vete a la montaña y disfruta de la majestuosidad de la naturaleza. Los que padecemos TDAH lo pasamos especialmente mal, así que una de mis recomendaciones es que intentes programar una meditación de atención plena caminando a lo largo del día. Aunque sólo sean cinco minutos, deja a un lado el teléfono y los auriculares y sintoniza con lo que sienten las diferentes partes de tus pies al golpear la tierra y con lo que suena, huele y parece la ciudad mientras disfrutas de tu paseo. Lo más probable es que te des cuenta de cosas en las que nunca antes habías reparado.
Prueba una meditación de atención plena caminando para desconectar de tu lista de tareas pendientes.
El tercer pilar de Ken Mogi es la armonía y la sostenibilidad. Se trata de ser consciente de cómo tus acciones afectan a los que te rodean y a la sociedad en general. Desde el punto de vista de las vacaciones, esto podría incluir ser respetuoso con las culturas y el medio ambiente locales. Disfrutará mucho más de sus vacaciones si dedica tiempo a hablar con la gente del lugar, a informarse sobre la historia local y a ser consciente del impacto medioambiental que pueda tener su viaje. Esto puede ser especialmente difícil para quienes tenemos dificultades con las funciones ejecutivas, ya que el TDAH afecta negativamente a la memoria de trabajo, la planificación y el establecimiento de prioridades. El truco está en volver al primer pilar del ikigai, empezar poco a poco e ir creciendo a partir de ahí.
En cuarto lugar, libérate de ti mismo. Aceptar quién eres. Ken considera que éste es el objetivo último de la armonía social. Si amamos y aceptamos quiénes somos, es más probable que aceptemos a los demás. Podemos convertirnos en mejores versiones de nosotros mismos si dejamos de compararnos constantemente con los demás. Los que no se sienten a gusto consigo mismos tienden a ser más reactivos y a enfadarse más. Nuestras experiencias, preferencias y rasgos de personalidad son únicos, y deberíamos celebrarlos. Acepta tu neurodivergencia!
El gran consejo de Ken para lograr este objetivo aparentemente imposible es intentar conocer gente nueva todo el tiempo. Y luego ver cómo te reflejas en ellas. Utilízalos como el espejo que refleja tu verdadero yo. ¿Y qué mejor momento para hacerlo que las vacaciones? Sobre todo si estás en una cultura diferente a la que vives habitualmente. Al conocer a gente de otros lugares, puedes descubrir más cosas sobre ti mismo y comprender mejor lo que te motiva.
Y por último, el quinto pilar es alegrarse de las pequeñas cosas. Ya sea la primera taza de café de la mañana o un paseo al amanecer. Cualquier cosa que te proporcione un pequeño chute de dopamina para empezar bien el día. En vacaciones, prueba algo nuevo: una bebida local o una sesión de yoga en la playa.
El verdadero truco está en incorporar estas prácticas después de las vacaciones. Todo el mundo debe priorizar el descanso y el tiempo de inactividad, y esto es especialmente importante si vives con TDAH. Recuerda disfrutar de las pequeñas cosas de la vida, como observar con curiosidad una mariposa o escuchar cantar a un niño. Vive el aquí y el ahora. Acéptate a ti mismo. Disfruta conociendo gente nueva y viéndote en sus ojos. Vive en armonía con tu entorno y la sociedad. Pero no sientas que tienes que hacerlo todo de golpe. Da pasos de bebé, empieza poco a poco, y pronto verás lo poderoso que puede ser vivir tu ikigai. Lo más importante es que des prioridad al descanso. Tu cuerpo y tu mente te lo agradecerán.
No dudes en ponerte en contacto con una consulta gratuita conmigo para saber más sobre cómo ikigai puede influir positivamente en tu vida.