El 16 de noviembre se celebra el UN’s international day for tolerance. Creado en 1996, su objetivo ha sido reconocer la diversidad de las personas y fomentar la aceptación de las diferentes culturas y formas de ser humano..
El coaching ikigai es una poderosa forma de fomentar la aceptación dentro de los equipos Photo © Clay Banks on Unsplash
Con la actual invasión rusa de Ucrania, el cambio climático que obliga a aumentar la migración hacia el norte y una crisis económica generalizada en todo el mundo, nunca ha habido un momento más urgente para luchar contra el racismo y la discriminación..
ACEPTACIÓN A TRAVÉS DEL IKIGAI
Pero, ¿cómo hacerlo? La educación es un canal obvio. Los programas básicos de interculturalidad, diversidad e inclusión -y no sólo los puntuales- en los lugares de trabajo y otras organizaciones son otra forma eficaz de hacer que la gente piense en quienes les rodean de una forma más empática y conectada. También recomiendo el coaching Ikigai. El ikigai-kan, o sentimiento de una vida que vale la pena vivir, depende de varias necesidades, entre ellas la resonancia. Según la madre del ikigai, Kamiya Mieko, y citado por el japonólogo, Nicholas Kemp, La resonancia es "la necesidad de sentir que lo que uno hace conecta con su entorno. Esta necesidad tiene que ver realmente con la afiliación social, el deseo de construir y mantener relaciones interpersonales significativas y de ser tratado por los demás de forma aceptable."
También hay un solapamiento con mi ADHD training que es una forma increíble de aprovechar tus sentimientos de autoestima y valores personales con aceptación. Porque si no te aprecias y aceptas a ti mismo, será mucho más difícil hacerlo con los demás..
El 16 de noviembre se habla de tolerancia, pero me gustaría ir más allá y proponer la aceptación. Tolerancia suena a "aguantar" y promueve una mentalidad de nosotros contra ellos, mientras que deberíamos aspirar a un sentimiento de empatía y aceptación de nuestras diferencias. Ya sean raciales, sexuales, o aceptar a las personas neurodivergentes y con discapacidades físicas, nuestra experiencia humana única es sólo eso: única. Esforzarse por conectar con los demás para conocer y comprender su experiencia no sólo les ayuda a sentirse más incluidos, sino que también enriquecerá tu propia comprensión de ti mismo, del mundo y de todos sus diversos habitantes.