El 7 de octubre se celebró el día de atención a la discriminación por edad y parece el momento idóneo para centrarnos en cuántas mujeres de más de 40 años pasan desapercibidas a la hora de recibir un diagnóstico de TDAH. Dado que el nivel disminuido de estrógenos puede alterar la química cerebral, las mujeres, sobre todo, pueden encontrarse con que sus síntomas de TDAH se descartan como una consecuencia natural de la perimenopausia o de la propia menopausia. Por eso, es imperativo que los profesionales sanitarios consideren un posible diagnóstico de TDAH cuando se enfrenten a pacientes con atención efímera, autorregulación inexistente o un escaso control de los impulsos.
Ahora bien, esto no significa necesariamente que el TDAH haya aparecido al llegar a la mediana edad, sino que se trata de una enfermedad difícil de diagnosticar. Esto dificultad se acrescenta porque el TDAH suele manifestarse de forma distinta en las mujeres. A causa del condicionamiento social, las mujeres hemos sido especialmente hábiles a la hora de enmascarar, o imitar comportamientos más socialmente aceptables. Debido a esto, el TDAH a menudo pasa desapercibido en las mujeres durante años y puede llevarnos a sentir cierta confusión cuando buscamos abordar los síntomas. Esta confusión se puede clasifica como egodistonía entre los especialistas en salud mental, ya que provoca malestar y un conflicto con nuestras propias expectativas. La sociedad espera de las mujeres que complazcan a la gente, que se acuerden de los cumpleaños, que sean organizadas. Pero cuando esas cosas nos resultan difíciles y no sabemos por qué, puede provocarnos una enorme ansiedad. Al mismo tiempo, tiene un impacto negativo sobre nuestra autoestima.
Siempre merece la pena hablar con un profesional sanitario de confianza sobre tus preocupaciones
A medida que nuestros niveles de estrógeno empiezan a fluctuar en la mediana edad, nuestros receptores de dopamina y serotonina se resienten. Si sabes algo sobre el TDAH, sabrás que todo tiene que ver con la dopamina. Estos receptores están relacionados con la atención, el control de los impulsos y el estado de ánimo, por lo que es normal que los síntomas del TDAH se acentúen durante esta etapa vital. Si ya tienes un diagnóstico y has sido tratada eficazmente, puede que una vez que empiece la menopausia, la medicación no sea tan eficaz como antes.
Entonces, ¿qué ocurre si crees que tienes un TDAH no diagnosticado? Una de las primeras cosas que debes preguntarte es si se trata de síntomas nuevos o si siempre has tenido problemas de organización y gestión del tiempo. Si no eres ajeno a los problemas de gestión del tiempo y te has pasado la vida preguntándote qué es lo que te pasa, mientras que los demás parecen tener las cosas claras, es probable que una evaluación del TDAH sea un buen paso para ti. Sin embargo, si los síntomas aparecen de repente, pueden estar relacionados con la menopausia y los estrógenos que alteran la química del cerebro.
Abogar por uno mismo
En cualquier caso, merece la pena que hables con un profesional sanitario de confianza sobre lo que te preocupa. Si te diagnostican TDAH, puede ser un momento que te cambie la vida. Recibir un diagnóstico no es sólo una etiqueta; es la clave para comprender un cerebro neurodivergente. Claro que puede venir acompañado de tristeza, frustración y un poco de "¿Por qué no lo supe antes?". Sin embargo, también es la forma de conseguir tratamientos a medida, ya sea medicación, nutrición, ejercicio o coaching para el TDAH... (contacta conmigo para obtener más información) - las posibilidades de aprovechar al máximo tu vida son variadas, y los profesionales sanitarios deben tenerlo todo en cuenta. Abogue por sí mismo para asegurarse de que no se pasa por alto un diagnóstico. No dejes que la discriminación por edad nuble los juicios: todos tenemos derecho al mejor tratamiento, independientemente de edad.