Formación para la inclusión en el TDAH

La inclusión de las personas con TDAH, o la neuroinclusión, tanto en los ámbitos educativos como laborales, es un desafío que implica a la totalidad de la sociedad pero que requiere, al mismo tiempo, de personas formadas que puedan contar con las herramientas necesarias para facilitar este proceso y mejorar las condiciones de vida y desarrollo de quienes viven con esta condición. Es la people with ADHD lo que puede garantizar que se desarrollen plenamente y libres de discriminación.

El TDAH y la importancia de la inclusión

En relación con lo anterior, podemos afirmar que la inclusión de las personas con TDAH en la educación y en el sector laboral son clave para el bienestar y el desarrollo adecuado de las personas. La falta de comprensión en muchos casos acaba conduciendo a bajos rendimientos académicos, como así también a dificultades en la vida social y problemas de autoestima. La inclusión, en este sentido, no solamente beneficia a las personas con TDAH, sino que, además, beneficia a la comunidad en general, promoviendo la aceptación y la diversidad.

Estrategias para la inclusión de las personas con TDAH


En entornos educativos

Al hacer referencia a las principales estrategias a asumir, orientadas a la inclusión de las personas con TDAH en el entorno educativo, podemos destacar las siguientes:

1. Formación de profesionales educativos: Los docentes y el personal educativo en general deben recibir formación específica sobre TDAH para comprender los síntomas y adquirir herramientas de manejo del comportamiento, como así también saber cómo adaptar el desarrollo de la clase a estas personas. 

2. Adaptación curricular: Las adaptaciones curriculares son clave para el apoyo de los estudiantes con TDAH. Desde la división de tareas en segmentos más manejables hasta el uso de ayudas visuales o tiempos extendidos para tareas o exámenes, muchas son las adaptaciones que se pueden realizar en este sentido.

3. Apoyo psicosocial: Los estudiantes con TDAH suelen necesitar asesoramiento psicológico o terapias conductuales como apoyo adicional en el ámbito educativo. Los grupos de apoyo y los programas de mentoría también pueden ser de utilidad en este sentido. 

4. Flexibilidad en los entornos de aprendizaje: Flexibilizar los entornos de aprendizaje para que se adapten a las necesidades de los estudiantes con TDAH, incluyendo áreas de trabajo sin distracciones, técnicas de enseñanza multisensoriales o acceso a herramientas de organización, pueden contribuir al desarrollo académico de los estudiantes con TDAH. 


En entornos laborales

En lo que refiere a los entornos laborales, algunas estrategias que se pueden recomendar son:

1. Ajustes de la dinámica de trabajo: Desde la flexibilidad horaria hasta la asignación de tareas de acuerdo a las fortalezas del empleado, es importante ajustar la dinámica de trabajo para incluir a las personas con TDAH. . 

2. Sensibilización sobre TDAH en las empresas: Es fundamental que las empresas y organizaciones inviertan en programas de formación y sensibilización para empleados y directivos relacionados con el TDAH, a fin de que puedan entender cómo afecta al desempeño laboral. . 

3. Apoyo continuo en el espacio de trabajo: Acciones como el laboral y los programas de mentoría para proveer apoyo continuo pueden ayudar a los empleados con TDAH para mejorar su rendimiento laboral.

4. Adaptación de los espacios físicos de trabajo: Por último, puede ser importante crear entornos de trabajo en los que se fomente la productividad y se reduzcan las distracciones, como pueden ser los espacios de trabajo privados. Además, se recomienda incluir zonas de descanso. . 


¿Cómo debe ser la formación para la inclusión en casos de TDAH?

Para concluir, la formación para la inclusión en TDAH, o la neuroinclusión, debe necesariamente responder a criterios de integración y ser multidisciplinar. Esto requiere la colaboración entre psicólogos, médicos, educadores y otros profesionales, de acuerdo al espacio de inserción. Los programas de formación a desarrollar deben abordar tanto la teoría como la práctica en este punto, ofreciendo herramientas y recursos que sean aplicables en el entorno diario de la persona con TDAH.

Es indispensable, además, que la formación incluya el desarrollo de habilidades sociales y emocionales, tanto para las personas con TDAH como para quienes interactúan y conforman espacios laborales o educativos con ellos. Finalmente, es indispensable proveer a los participantes de dicha formación diversas herramientas y recursos como las aplicaciones y herramientas tecnológicas, los materiales didácticos o las guías, entre otras cosas.


Influencia de las diferencias culturales en el TDAH